domingo, 17 de agosto de 2008

NOTA Nº 230


Resurgió de sus cenizas

MEGADETH, una de las bandas más queridas por el público local, llegó a la Argentina por sexta vez, en el marco de la gira “Tour of duty”. Durante dos funciones repletas (miércoles y jueves) en el Estadio Luna Park, la filarmónica del colorado repasó los clásicos de siempre junto a cuatro canciones de su disco “United Abominations”.


Miercoles 28 de mayo de 2008

Repaso histórico

Entre los años 1994 y 1998, MEGADETH tocó en cuatro oportunidades (las cinco funciones en su debut en Obras Sanitarias, las más recordadas) en nuestro país. A lo largo de todos estos shows, el amor entre la banda (en especial DAVE MUSTAINE –voz y guitarra-) y el público, fue aumentando. Después de la edición del desafortunado ”Risk” -1999-, el grupo empezó su caída. Más allá de éste álbum, los fans locales se sintieron defraudados luego de la suspensión del concierto del 2001, en donde MUSTAINE había prometido grabar un disco en vivo.

Los años pasaron, y con nuevos integrantes entre sus filas, la cosa fue repuntando con la publicación de ”The system has failed” -2004-. Después de siete años regresaron para tocar en el Pepsi Music, el domingo 9 de octubre de 2005, en el cual grabaron ese famoso disco pendiente con los seguidores argentinos (en formato de DVD).

Ahora, tras casi tres años, volvían a nuestro país con una nueva placa, que los pone en el tapete nuevamente: ”United abominations”. Con el colorado a la cabeza y con CHRIS BRODERICK (guitarra), JAMES LOMENZO (bajo) y SHAWN DROVER (batería), la filarmónica estaría dos noches más entre nosotros. ¡Sólo teníamos que disfrutar!.

Temperatura ideal

”Que sea una fiesta esta noche”, fueron las primeras palabras de WALTER MEZA, cantante de HORCAS, a segundos de que los acordes de ”Asesinos” comiencen a sonar. El set, que duró 35 minutos y constó de ocho canciones, acaparó la atención de los presentes. El volumen al inicio estaba por debajo de lo normal, pero durante el mismo fue mejorando hasta lograr un audio ajustado y potente.

WALTER tiene la virtud de encender a la masa en los instantes previos a las canciones a través de mensajes arengadores que logran atrapar a cualquier persona. Dos ejemplos en la noche del miércoles: ”Siempre se olvidan de la gente, pero depende de nosotros cambiar la historia”, dijo en relación al conflicto del campo, y ”No se rindan nunca”, les dijo a los grupos under metaleros. No es solo lo que dice, sino cómo lo trasmite.

”Vencer”, ”Esperanza” y ”Destrucción”, de V8, canciones que la masa cantó y pogueó a morir. HORCAS continúa en esa búsqueda de reconocimiento y éxito, que es tan difícil de obtener. El ‘Obras’ que tanto ansían hacer, ya les llegará en su debido momento.

Así los queríamos

Caminar por el campo se hacía prácticamente imposible. Encontrar un lugar libre en las plateas era una tarea ardua. Durante los 30 minutos que separaron los shows de HORCAS y MEGADETH, el movimiento de gente fue incesante, hasta que a las 21:15hs, el estadio quedó a oscuras. Sin ninguna introducción previa, DAVE MUSTAINE apareció en escena solo.

”Sleepwalker” (canción que abre su más reciente disco) nos daba la bienvenida. A pesar que el sonido –solo al inicio- estaba excesivamente fuerte y no muy claro, la banda ya mostraba otra prestancia con respecto al set del 2005. Esto no lo comentó por el colorado (su estampa ya atrapa por si solo), sino por sus músicos que se los veía cómodos y seguros. Vale comentar que de aquel show, ya no forman parte JAMES MACDONOUGH (bajo) y GLEN DROVER –guitarra- (dejó el puesto de guitarrista en enero de 2008). Siguieron con ”Wake up dead” y ”Take no prisoners”.

”Bienvenidos a la casa de MEGADETH”, dijo DAVE a su público. Fue lo primero que se le escuchó decir en escena. Si los fans hasta ese momento no habían respondido con todo, fue porque se estaban guardando para el primer himno de la noche: ”Skin o’ my teeth”. Ahí sí, saltaron, festejaron, corearon la melodía. De aquí en más, la temperatura fue aumento. ”Washington is next” y ”Kick the chair”, otras dos que pasaron.

Su nuevo violero, BRODERICK, mostró sus dotes de virtuosismo y dejó bien en claro porqué está ocupando ese preciado lugar. Para conquistar rápidamente el amor de los argentinos, tocó los acordes del himno nacional, y luego se despachó con un pequeño pero interesante solo. Con haber tocado ”Hangar 18”, dio claras muestras de su talento. No faltaron temas como ”In my darkest hour”, ”Tornado of souls” y ”Ashes in your mouth”.

Es recíproco

MUSTAINE sabe que la masa se va entregar, entonces teniendo en claro eso, va en busca de esa situación permanentemente. Por ejemplo, se para solo frente a ellos y los mira desafiantes, como para que la masa canté a favor de él y de su banda. En un momento, alguien del público le arrojó una bandera argentina, y el bien demagogo, la colocó sobre la base del micrófono (permaneció durante el resto del show). El batero DROVER también tenía puesta la camiseta del seleccionado argentino

Fue un show súper trashero, en donde la única melodía suave fue la vieja versión de ”A tout le monde”. De su disco de 2007 también sonaron ”Burnt ice” y ”Gears of war”. Los momentos más calientes fueron con ”Symphony of destruction” (el “aguante MEGADETH” es cada vez más intenso) y ”Trust” (su último gran clásico), en donde todo el campo saltó de punta a punta.

El colorado caminaba de un lado a otro, mientras el público coreaba su apellido en forma estruendosa. ”Mi español es malo, but my engish is good, ¡I love you!”, la declaración más sentida del colorado hacia la gente. Fue un pequeño descanso que se tomaron sobre las tablas, antes de ”She wolf” y el combo ”Peace sells” - ”The mechanix” (una vieja canción que había escrito en su época de METALLICA). Eran una aplanadora, y todos los disfrutaban de una manera increíble. Bajaron dos minutos, para cerrar a las 23hs con ”Holy wars... the punishment due”.

Este comentario ya lo he escuchado en varias oportunidades y hay mucho de razón en ello: MEGADETH, fue, es y será DAVID MUSTAINE, sin ningún lugar a dudas. Y con estos dos shows pudimos ratificar esta hipótesis. Luego de perder a su formación clásica (DAVE ELLEFSON, MARTY FRIEDMAN y NICK MENZA) y de flojos discos, volvió a reinventar la banda, que parecía perdida y que vivía de sus laureles. Han pasado varios músicos por su grupo, y tras 25 años desde la formación y 46 de edad, sigue firme y parece ser que la filarmónica continuará por un largo tiempo más. Acá en Argentina, al menos, el amor permanecerá intacto.


Daniel Grosso
Redacción de El Acople.

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