domingo, 31 de agosto de 2008


NOTA Nº 244

Cuanto más añejo, mejor

JOE SATRIANI pisó suelo argentino por sexta vez, el pasado viernes en el Estadio Obras. Durante más de dos horas brindó un gran show, en donde sonaron varias canciones de su último disco, ”Professor satchafunkilus and the musterion of rock”. Las más de 3000 personas disfrutaron y festejaron distintos momentos del recital.


Viernes 25 de julio de 2008


Este neoyorquino de 52 años, considerado como uno de los mejores guitarristas del mundo, estaba de nuevo entre nosotros. Era su sexta visita en 12 años. Recordemos un poco sus conciertos anteriores: lo podemos dividir en dos etapas: como acto solista tocó en cuatro oportunidades (mayo de 1996 y agosto de 2000, Teatro Gran Rex; abril de 2003, Luna Park; y este de Obras), y con su proyecto G3 en dos ocasiones (diciembre de 2004 junto a STEVE VAI y ROBERT FRIPP; y octubre de 2006, acompañado de JOHN PETRUCCI y ERIC JOHNSON, ambos en el Luna Park). Ahora sí, pasemos a lo que se vendría.

No nos golpeó el corazón

Cinco minutos antes de lo previsto, DIEGO MIZRAHI salió a escena para mostrar principalmente temas de su actual disco, ”Boomerang” -2007-. De las ocho canciones que interpretó, cinco forman parte de dicho álbum. ”Himnosys” e ”Insomnio”, dos de ellas. MIZRAHI es una persona con mucho sentido del humor, que en esta oportunidad, no se notó. Digamos que aprovechó el tiempo para tocar.

La banda sonó realmente muy bien; sin embargo, la poca improvisación y el escaso contacto con la masa perjudicó en el resultado global del show; es decir, se los escuchó demasiado estructurados. No obstante, hay que valorar la profesionalidad y el gusto por la melodía. Al exiguo público presente hasta ese momento se lo vio bastante distante. Cerraron con ”Pampa power” y ”Gold top”.

¿Te esperabas esto?

Pasadas las 21:05hs comenzó a sonar un tema funk previo al show, con las luces del estadio encendidas, como para que el público vaya aclimatándose. Una vez que culminó, los acordes de ”I wanna rock” daban por iniciado el concierto. JOE, junto con STUART HAMMM, en bajo, JEFF CAMPITELLI, en batería, y GALEN HENSON, en guitarra rítmica, salieron a escena con la seguridad que les dan los años de experiencia. Ellos sabían que darían un soberbio espectáculo. Y así sería nomás.

Las imágenes futuristas que se proyectaban en las dos fantásticas pantallas digitales que estaban como escenografía fue lo primero que sorprendió. Éstas, acompañadas por la música, provocaban que te sumerjas en un mundo particular y extraño, aunque cada persona podía naufragar de maneras diferentes. Vale decir que la mayoría de los temas iban ilustrados. Más allá de esta hermosa visual, SATRIANI ya empezaba a dar muestras de su talento con ”Overdriver”.

El primer guiño de JOE hacia sus fans fue cuando les levantó el puño en forma de saludo, antes de que sonara ”Satch boogie”. Esta fue la primera canción que encendió al público, aunque recién en la siguiente -”Ice 9”- llegó el clásico ”uoh…” acompañando a la melodía. A partir de allí, esta interacción se repitió en unas cuantas ocasiones. Como es común en él, va cambiando su instrumento a lo largo de la noche. Comenzó con su guitarra Ibanez roja, y así sucesivamente.

Sona algo si queres

El sonido fue excelente durante los 135 minutos de show. No hubo ninguna fisura, ni errores, ni acoples, ni nada por el estilo. Todo se escuchaba de manera nítida y prolija. Daba placer estar ahí. Con un comentario de JOE, su gran amigo STEVE VAI se hizo presente. En sintonía con ”Ghost”, dijo que el espíritu de VAI estaba deambulando por allí. Y realmente es una melodía con mucha influencia de STEVE. ”Flying in a blue dream” y la nueva ”Revelations”, dos canciones que te llenan el alma.

A SATRIANI se lo vio disfrutando cada minuto del set. Sus gestos y sus caras a la hora de los punteos hablaban por si solos. A pesar de que habló poco con sus fans, no le faltó oportunidad para demostrar el afecto que les tiene. La gente se lo retribuía con un ”SATRIANI…” ó un ”Pelado…”. ”One big rush”, ”Time machine” y ”Cool #9”, otras tres que provocaron la ebullición en los presentes.

Si tuvieramos que mencionar tres momentos cumbres del show, sin dudas que el solo de STUART HAMM estaría en el podio. Bajo la marcha de ”Going to California”, de LED ZEPPELIN, HAMM demostró sus grandes dotes con el instrumento y el por qué de su fama. Imagínense que es un hombre que logra hacer sonar al bajo como una guitarra. ¿Que más se puede decir?. Mientras el público escuchaba con atención, un fan consiguió la risa de todos con un espontaneo ”Gordo te amo”. Sino hubiera sido por el final del set, STUART habría tenido más repercusión en la masa que la del propio SATRINI.

Merecés esto y más…

Su reciente disco de estudio, ”Professor satchafunkilus and the musterion of rock” -2008- no estará dentro de sus mejores placas. Sin embargo, hay hermosas melodías como para agregar a su repertorio de directo, como es el caso de ”Andalusia”. La virtud de SATRIANI es poder mezclar cálidas canciones como ”Cryin’” y ”Always with me, always with you” con la eufórica ”Surfing with the alien” sin perder una pizca de destreza y sentimiento. Combina ambas facetas de manera genial.

Tras un pequeño break, regresaron para interpretar los últimos dos temas de la noche. Si hasta ese instante la participación del público había sido importante, para el cierre iba a ser mayor. Primero con ”Crowd chant” y luego con su mayor himno, ”Summer song”, que la masa festejó como ninguna otra canción. Antes de despedirse volvió a nombrar a sus músicos por tercera vez en la noche, declaró su amor y llamó a sus compañeros para saludar a todos.

SATRIANI siempre tuvo la particularidad de no depender de su maravillosa técnica para destacarse. Su buen gusto por la melodía, su sentimiento puro y su manera de transmitir, son tres características difíciles de encontrar en músicos de su género. Por esto y muchas cosas más es que obtuvo tremendo prestigio. Si hay algo por lo que se lo criticaba era por su falta de escena; sin embargo, esta opinión es parte del pasado si uno presenció el show del viernes. El amor de sus fans y su manera de acoplarse a los nuevas épocas es lo que lo mantiene vivo después de casi treinta años de carrera.


Daniel Grosso
Redacción de El Acople.

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