Paraíso sinfónico
SYMPHONY X se presentó por segunda vez en nuestro país, el pasado miércoles en el Teatro Flores, en marco de la gira “Paradise Lost Tour 2008”. Volvieron a demostrar el porque de su prestigio y éxito, a pesar de haber brindado un show más corto que el del año pasado. OVERDRIVE y PRESTO VIVACE se destacaron entre las bandas soportes.
Miercoles 29 de octubre de 2008
Los fanáticos del metal progresivo habían tenido la posibilidad de ver en vivo, el miércoles 13 de junio de 2007, a SYMPHONY X, uno de los pilares del género; y sorprendentemente para ellos, la banda estaba de vuelta a poco de más de 16 meses de su primera visita, en este caso para presentar su séptimo disco de estudio, “Paradise Lost” -2007-.
Un poco de todo
TWILIGHT fue la agrupación encargada de abrir el fuego. Interpretaron tres canciones propias y un cover de HELLOWEEN: "I want out”. Tuvieron serios problemas de sonido, los cuales dañaron notablemente su actuación. Ellos intentaron sacar adelante el set; sin embargo, los inconvenientes técnicos ganaron la batalla.
Ya para FURIA, el audio fue mejorando tema tras tema. Melodías como “Despierta” y “La torre” iban tomando otro color con esta notoria mejoría. Su propuesta un tanto más hard rockera gustó en los presentes, aunque su pasado progresivo aún permanece en sus melodías. En el mejor momento debieron finalizar su participación.
No muchos estaban enterados de su existencia y se sorprendieron se sobremanera con su desempeño. Estamos hablando de los chicos de OVERDRIVE, quiénes con una gran performance ganaron nuevos adeptos. Brillaron con dos instrumentales: uno de DREAM THEATER, “Overture 1928”, y otro propio, “Elixir”. A tenerlos en cuenta.
PRESTO VIVACE puso la cuota de experiencia que necesitaba esta fecha. Su fusión de estilos que pasan por el rock progresivo, el heavy metal y el funk, los diferencia del resto. Este sonido personal se percibió en canciones como “El enigma de la parábola”. Su sonido fue en ascenso hasta llegar a la excelencia con “Under glass a moon”, de DREAM THEATER.
Por último, XAECLUM NOSFERATUS cerró este segmento. En la corriente de las bandas españolas de power metal, brindaron un set que no conformó al público, debido a un audio excesivamente fuerte, lo cual no dejaba distinguir los instrumentos de manera nítida. A pesar de ello, se escuchó un grupo interesado en la melodía y en la velocidad.
Estaban ahí nuevamente
Cuando el reloj marcaba 21:45 hs., El Teatro quedaría a oscuras durante los siguientes tres minutos, en donde la masa cantaría en apoyo a SYMPHONY X, creando así un clima ideal para el comienzo del concierto. La introducción que abre su álbum de 2007, “Oculus ex inferni”, pero en una versión más acortada, sirvió para que la excitación del público sea aún más elevada.
Con los primeros acordes de “Set the world on fire (The lie of lies)” y las palabras arengadoras de su cantante RUSSELL ALLEN (“Argentina, Are you ready?”), el ambiente se convirtió en una caldera. De movida sonaron de forma precisa y potente, y dejando bien en claro que los grupos soportes nunca tendrán el audio de la agrupación principal. “Domination” y “The serpent’s kiss” siguieron el orden del disco.
Su fundador y virtuoso guitarrista, MICHAEL ROMEO, comanda la batuta con una serenidad y un humor increíbles, además de su reconocido talento y buen gusto. También se notó una gran afinidad con su cantante, intercambiando miradas y gestos constantemente. Tanto MICHAEL PINNELLA (teclados) como MICHAEL LEPOND (bajo) y JASON RULLO (batería) cumplen con un rol más secundario.
Según comentarios, la expectativa no era tan alta como en la fecha del año pasado. Y si vamos estrictamente a los números, la respuesta es certera: el lugar no estaba completo como en aquella oportunidad. Quizás muchos estaban enterados de que el set estaba compuesto casi en su totalidad de temas de su último CD, y habrán optado por quedarse con la imagen anterior. “The walls of babylon” y “Revelation (Divus pennae ex tragoedia)”, dos más de ese disco.
Canta cuando quieras
ALLEN es un vocalista que se ofrece por completo durante los shows, tanto desde el lado técnico como del emocional. Es decir, desde lo interpretativo tiene la facilidad de pasar de un tono agudo a uno grave de manera fantástica. Yendo a lo escénico, tiene un buen control del público, haciéndolos participar o comentándole cosas de forma amistosa. El miércoles pudimos disfrutar de todas sus habilidades.
Las pocas viejas canciones que pasaron se disfrutaron a full, tales los casos de “Inferno (Unleash the fire)” y “Smoke and mirrors”. Durante el break, la gente pidió por la vuelta. Al regreso, el grupo interactúo bastante con la masa, en especial RUSSELL, quién improvisó cantando con ciertos comentarios demagogos pero siempre efectivos.
Después de “Eve of seduction”, el cierre fue el esperado con uno de sus temas más hiteros y contundentes, “Of sins and shadows”, en donde el pogo se observó en su máxima expresión. Tras 80 minutos de show, los músicos abandonaron el escenario definitivamente, dejando a los fans con ganas de más. Pero saludaron y se despidieron hasta una próxima visita.
SYMPHONY X pasó una vez más y dejó diferentes opiniones: algunos dijeron que fue un set corto; otros que tocaron demasiado canciones de “Paradise lost”, olvidándose de clásicos fundamentales; varios se quejaron del sonido (teclado muy oculto – batería en primer plano). Lamentos de los más pretenciosos; sin embargo, nadie podrá objetar la tremenda profesionalidad, la interpretación de las canciones y la entrega de sus músicos.
Daniel Grosso
Redacción de El Acople.
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