domingo, 14 de septiembre de 2008


NOTA Nº 255



Sumergidos en los años ‘80


De la mano de las fiestas Glamnation, L.A. GUNS regresó por tercera vez a la Argentina, luego de las sendas suspensiones de los conciertos de marzo y abril pasado. El sábado en Súper Rock fue el reencuentro con el público de este combo comandado por TRACI GUNS. Hicieron un repaso de sus mayores clásicos junto a algunos covers trascendentes.


Sábado 13 de septiembre de 2008

Antes de comenzar a relatar lo sucedido el sábado por la noche con L.A. GUNS, es fundamental aclarar lo siguiente: la banda norteamericana, en un caso inédito en la historia del rock, está girando en simultáneo con dos formaciones diferentes desde hace un par de años. Es decir, una está liderada por su cantante y baterista históricos, PHIL LEWIS y STEVE RILEY respectivamente, y la otra es comandada por el talentoso guitarrista TRACI GUNS. Esta última alineación era quien nos visitaba por segunda vez, luego de su paso en octubre de 2006 (el concierto de 1992 en “Halley” había sido con la formación original).

Entramos en calor, ¿Cuándo arranca?

El ingreso del público estaba pactado para las 19 hs., pero la escasa concurrencia para ese momento retrasó la apertura, así que la gente de BLOODY MARY accedió al escenario recién pasadas las 20:15hs. Con un actitud, una energía y una imagen 100% glam, lograron rápidamente la aceptación de la masa.

A pesar de los estereotipos, su puesta musical estuvo centrada en el punk rock. Canciones como “No está tan mal” y “Luces y sombras”, sumadas al cover de THE DAMNED, "New rose", fundamentan lo dicho. El sonido en un principio estuvo complicado, pero fue solucionado con celeridad.

COVERHEADS nos hizo pasar un buen rato con su “Fuckin rock tribute”, tal como denominan su show. Desde hace dos años vienen homenajeando a clásicas bandas rockeras de los ’80 y de los ’90. En esta caso, GUNS ‘N’ ROSES, KISS, VELVET REVOLVER, ALICE COOPER, tuvieron sus versiones. Con un video como intro, nos dieron a entender de qué trata su historia.

Tres cantantes acompañaron al grupo, en donde CARUCHA, de NATIVO, fue el que capturó mayor atención. Para el último tema subió el bajista de L.A. GUNS, JEREMY, para cantar junto con GUSTAVO FRUTOS (vocalista de MENDIGOS DEL PARAISO). Dos strippers danzaron al ritmo de esta melodía. Luego las chicas se quedaron bailando hasta el comienzo del siguiente show, para dejar al público encendido para lo que vendría.

No se imaginaban tanta energía

Este concierto debía realizarse durante el mes de marzo, pero por una bronquitis aguda del hoy ex cantante PAUL BLACK, se reprogramó para abril. Sin embargo, por el mismo inconveniente se volvió a suspender. Durante ese lapso, TRACI GUNS decidió sustituir a BLACK por un nuevo cantante llamado MATIAS CASEY, quién fuera participe del reality “Rock star” (donde buscaban un nuevo frotman para INXS), así que el público estaba ansioso por ver a este nuevo personaje.

Cuando el reloj marcaba 22:15hs, el más puro hard rock se adueñó de la escena gracias a la energía y al oficio de L.A. GUNS. “No mercy” fue la primera descarga de la noche. Los fans agitaron desde el comienzo y prácticamente su espíritu festivo no tuvo intermitencias. “¿Qué pasa Buenos Aires? Nosotros somos L.A. GUNS”, las palabras iniciales de CASEY, en un español entendible. Siguieron con “Fire it up” y “One more reason”.

Pese a algunos acoples, rockearon como niños, se entregaron a sus fans y dieron cátedra de cómo dar un show de hard rock. Su nuevo vocalista ayudó mucho para que la masa se prendiera, ya que los alentaba y les reclamaba activa participación. TRACI desplegaba todo su virtuosismo canción tras canción, algo que también levantaba al público de manera significativa. En cuanto a la concurrencia, se pueden destacar dos puntos claves en un concierto de este genero: los looks característicos y las mujeres bellas.

En un segmento, uno de los músicos recibió del público un cartel que decía "’Cristal eyes' please”, en un especial pedido para que interpretarán dicha canción. Como no tenían pactada tocarla, alguien de la masa propuso cantarla y ellos aceptaron sin inconvenientes. Al flaco se lo vió suelto y emocionando a la vez, por estar junto a su ídolo TRACI. Con un asistente de la banda en guitarra, se lanzaron con una correcta versión de ”You can’t always get what you want”, de THE ROLLING STONES.

Por hablar antes de tiempo

Tanto TRACI como MATIAS (ambos en guitarra) se sentaron sobre la base de la batería, para llegar a lo más profundo del corazón de todos los presentes, con un sentido cover de ”Wish you were here”, de PINK FLOYD. Previo a ello CASEY recomendó que durante esta melodía pensemos en todas las personas que queremos. Dos días después de este momento, fallecería el tecladista del grupo británico RICHARD WRIGHT. Cosas del destino, como dicen.

El resto del grupo lo completan el hijo de GUNS, JEREMY (bajo y voz), CHAD STEWART (batería) y ALEC “BIG AL” BAUER (guitarra rítmica). JEREMY tuvo su lugar para punkear con “Shut the fuck up”, una canción de BRIDGES OF DESTRUCTION (proyecto de TRACI y NIKKI SIXX, de MOTLEY CRUE). También hubo tiempo para clásicos como “Electric gypsy”, The ballad of jayne" y “Never enought”, en donde la masa se exaltó de gran manera. Ocho tubos de colores azules y la tradicional imagen del grupo, se podía observar como escenografía.

Después de un break de dos minutos, Traci volvió solo para jugar con sus fans, tocando primeros los acordes del “Olé, olé, olé…”, y para despacharse con un instrumental que incluía riffs de temas populares. Previo paso a “Tress”, el cierre fue con un CASEY en cuero y una rockerísima versión de “Rip and tear”. Tras 80’ de show, muy satisfechos con su labor, se despidieron hasta una próxima visita.

Ciertas criticas “negativas” sobre su set de 2006 no generaban las mejores expectativas. Es más, la sensación de “vinieron por nuestro dinero” estaba latente en el ambiente. Sin embargo, una vez concluido el mismo, esos prejuicios desaparecieron por completo. Los comentarios “positivos” entre los espectadores eran una constante al momento de la salida. Una velada donde el hard rock más fiestero volvió a pisar fuerte en la ciudad de Buenos Aires.


Daniel Grosso
Redacción de El Acople.

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