No es solo diversión
Villanos presentó y lanzó oficialmente su nuevo álbum, “Acusticosas”, el pasado sábado en el teatro N/D Ateneo. Tocaron más de un veintena temas, con un público que disfrutó y cantó cada una de ellas.
Sábado 29 de noviembre de 2008
Quién conoce la historia de Villanos sabe que la banda había editado de manera no oficial dos discos, llamados también “Acusticosas”. De acuerdo a ello, decidieron grabarlo nuevamente de manera profesional y en un teatro como en el N/D Ateneo, que garantiza un sonido pulcro. Entonces el domingo 4 de noviembre del año pasado grabaron esta placa en directo, la cual editarían luego en CD y DVD.
Por diferentes problemas, el disco de audio recién vio la luz el sábado por la noche, a más de un año de aquel show, aunque para el DVD habrá que esperar hasta marzo del 2009. El CD contiene 19 melodías, en cambio, el DVD contará con el show integro de 30 canciones. Este lanzamiento es el primero entre los sellos independientes: Zoo Música y Kabeza Records.
A mover la patita
Existen dos razones por la cual la concurrencia no alcanzó con las expectativas: 1) Un clima desapacible; 2) Una gran oferta de conciertos. Niko Villano (voz y guitarra acústica) haría alusión a este tema en un par de ocasiones. A pesar de esto, la previa se vivió con la expectativa de siempre, a la espera de que ofrezcan su show simpático y bien característico.
Pasadas las 0:20hs, tras apagarse las luces y correrse el telón, Santi Villano apareció sentado sobre su batería golpeándola de manera constante. A él, se le sumó el resto de los integrantes, a excepción de Niko, quién ingresó en último lugar y por la zona de platea entonando las estrofas de “Johnny botón”. Los fans aportaban lo suyo con sus cánticos habituales.
Tanto Mini Villano (guitarra acústica y coros) como su vocalista trataron de desestructurar a la masa desde el inicio. En el segundo tema, “Sigo de largo”, las butacas eran parte del pasado (para la gran mayoría). La banda rápidamente logró provocar que sus seguidores le pierdan respeto al teatro. De acuerdo a lo que le canción requería, les daban lugar para que canten o para que hagan palmas.
Más allá de la intensidad y la desprolijidad que se vive durante sus shows, este formato acústico los favorece, ya que pueden exponer mejor sus cualidades musicales, y demostrarle al resto que no es solo ‘rock cabeza’. Un claro ejemplo es cuando comentaron que un tema de corte punk como “Vecinos de mierda” lo pasaron a un rockabilly. También rockearon de lo lindo con “Claudia trampa”.
Como en tu casa, Niko
El tono irónico y bromista de Niko no decayó en ningún momento del show. Mini y René Villano (bajo) fueron victimas de sus chistes constantemente. En el caso de Mini lo burlaba con que estaba enamorado de él, y a René, con que lo querían expulsar del grupo y él no quería. En el medio, la música continuaba con composiciones como “Dios es Argentino”, “Descontrol” y “Amalita”.
Además de los cuatro integrantes estables, se añadieron para este concierto acústico músicos invitados. El único que permaneció durante todo el show fue el tecladista, Gabriel Gerez, en cambio, María José Pandullo (percusión y pandereta) y Cristian (violín) intervinieron en distintos segmentos. Cada uno de ellos aportaba su toque de distinción, dándole un vuelo diferente a las melodías.
Parte del éxito del grupo recae en el carisma innato de Niko, gracias a su personalidad, desparpajo y energía. Seguramente que su técnica vocal no será la mejor, pero sus demás condiciones lo equilibran y lo convierten en un gran frotman. Captar las miradas, provocar una sonrisa, levantar el animó, son las algunas de las particularidades que su cantante estimula al momento del concierto.
Del grupo se podrán decir muchas cosas, que su música es primitiva y demás…, pero difícilmente podrán objetar acerca de su sonido en vivo. A pesar de sus locuras, logran un audio muy profesional. “Al fin una guitarra que me queda cómoda”, dijo Mini bufoneándose a si mismo, cuando utilizó la mandolina para ciertas melodías. “Alma en llamas” y “Chau corazón”, dos muy festejadas, en el cual recurrió a este instrumento.
Date una vuelta
Villanos tiene un estilo musical muy personal en donde puedan convivir diferentes tribus bien antagónicas, como sucede con los ‘stones’ y los ‘punks’, y llevarse de maravillas. También pueden tocar canciones bien disimiles en forma continuada, como paso con la hard rockera, “Fuera de moda” y la sentimental “Manos vacías”. Solo ellos pueden darse esos lujos.
A la vuelta del break llegaron muchos de los temas más queridos por el público, tales los casos de “Sale caro”, “Putas” y “Digo que sí”. Una fiesta total, en donde las voces, el baile y el agite, se unieron gracias al sentimiento “Villano”. El personal de seguridad del teatro se vio desbordado ante tanta adrenalina. Solo les quedó observar, la emoción y la algarabía de la gente.
Sin embargo, el ‘momento top’ fue cuando Niko y Mini se bajaron del escenario para acoplarse junto a la masa. Rodeado de sus fans, interpretaron “Sin mi”, logrando así una hermosa conexión entre ambos. “Maldito rocanrol”, fue la última gema de la noche. Tras dos horas de set y con sus camperas de color a cuestas, saludaron a sus fans y se despidieron hasta una próxima función.
¿Qué espera uno a la hora de ver a Villanos? Pasar un buen momento a través de canciones simples pero atractivas, que te transmiten una energía única, y que te desconectan totalmente de los problemas que uno puede acarrear de la semana. El solo echo de verlos en vivo, te quita cualquier prejuicio sobre su música, ya que te atrapan de una manera particular. Sin dudas, Villanos es una banda de directo para no perdérsela.
Daniel Grosso
Redacción de El Acople.